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4 de marzo de 2015

Donde el corazón te lleve + Escucha mi voz, de Susanna Tamaro

Hace un par de semanas, buscaba en mi librería virtual un libro que me sumergiese como desde hacía meses ninguno conseguía hacerlo. Además, quería que fuera cortito y que me durara entre las manos lo que se tarda en hacer un viaje de ida y vuelta en AVE a Zaragoza.

Y dio la casualidad de que tenía en la recámara Donde el corazón te lleve, de Susanna Tamaro, una novela que recoge, a corazón abierto, el testimonio de vida de una abuela a su nieta.

Donde el corazón te lleve es un festín de sentimientos por encima de todo; y también es un banquete de amor, de amor a veces mal gestionado pero por encima de todo, amor. En todo el libro está muy presente la búsqueda de la identidad, de los orígenes y de por qué somos como somos.

Está la genética: “En el rostro está todo. Está tu historia, están tu padre, tu madre, tus abuelos y bisabuelos, tal vez incluso algún tío lejano del que ya nadie se acuerda”.

Pero también influyen el ambiente y las circunstancias, el comportamiento de los padres y las marcas que les quedan a los hijos. “Entender de dónde venimos, qué hubo antes de nosotros, es el primer paso para poder avanzar sin mentiras”.

Comprender tu vida y la de tus padres, y la de tus abuelos, y la de tus bisabuelos,… es intentar vislumbrar quién eres, por qué estás aquí y por qué eres así.

Donde el corazón te lleve es un compendio de frases, reflexiones e ideas para quienes nos gusta preguntarnos sobre todo lo habido y por haber y, sobre todo, para los que nos gusta encontrar respuestas. Es un libro para corazones sensibles, almas sedientas y cabezas que quieren creer.

 “Los muertos pesan, no tanto por la ausencia, como por todo aquello que entre ellos y nosotros no ha sido dicho”.

Escucha mi voz


Tal fue el entusiasmo que me despertó la novela que cuando descubrí que había una segunda parte tuve que dejar a un lado lo que estaba leyendo en ese momento para ponerme con la continuación, titulada Escucha mi voz.

Con las primeras páginas disfruté mucho, tanto que pensé que no había cerrado Donde el corazón te lleve, sino que simplemente había cambiado de narrador (en esta ocasión la nieta habla a la abuela). Se completan algunas tramas y se abren otras nuevas. El objetivo es el mismo: la búsqueda de uno mismo y del por qué ha llegado al presente que vive.

No obstante, en la última parte de Escucha mi voz tuve la impresión de estar vagando de un lado para otro, de estar en otro libro.

Por tanto, si aún no has leído estos libros, yo te recomendaría que te enredaras en el primero, que goces de los sentimientos que se exponen, que te conozcas a través de ellos, que te hagas preguntas y que busques respuestas. Si ves que has conseguido eso, no te hace falta más.