El otro lo dejé en la lista de pendientes hasta encontrar el momento adecuado. Y hace cosa de 15 días lo rescaté y empecé a leer. Estoy hablándoos de Los interesantes, de Meg Wolitzer.
Como en Canciones de amor a quemarropa, esta novela la protagonizan un grupo de amigos que se conocen en la adolescencia y cuyas vidas discurren unidas desde ese momento hasta la madurez de cada uno de ellos. Me encanta porque analiza la manera en la que te planteas tu propia vida cuando tienes 15 años y cómo esas expectativas van transformándose conforme avanzan los años.
La protagonista de esta novela es Jules, una chica del extrarradio de Nueva York que llega becada al campamento artístico de Spirit-in-the-Woods. Es en este campamento donde descubre una faceta que no ha conocido nunca en el entorno que la rodea: la creatividad y el arte la transportan a una nueva dimensión de la mano de un grupo de amigos que se llamarán a ellos mismos “Los interesantes” y que destacan por diversas cualidades: Ethan, por su creatividad y sus dibujos; Ash, por su faceta en el teatro; Jonah, por su música; Cathy, por la danza… Desde ese momento Jules se identifica con la interpretación y, de vuelta a casa, todo lo que sucede le parecerá vacío y anodino.
Su vida entonces empieza a desarrollarse de manera paralela a la de sus amigos y reniega de lo que conoce hasta el momento. Tras los años de instituto, todos van a la universidad y, después, comienzan su etapa laboral. Cuando Jules comienza a meterse en el mundo de la interpretación se da cuenta de que probablemente eso no es lo suyo y tiene que cambiar de rumbo profesional a un mundo que no tiene que ver con el arte y que la separa de todo lo que había soñado hasta el momento para ella.
Mientras tanto, sus amigos, principalmente Ash y Ethan, empiezan a despuntar cada uno en su terreno artístico. Es en este momento cuando, en las vidas de “Los interesantes” comienzan a verse diferencias palpables. A Jules, la vida de sus amigos, ricos y con éxito, se le antoja espectacular, importante, nada que ver con la suya, más rutinaria y menos glamurosa. Avanza en la vida sin percatarse de que cada uno de nosotros, seamos como seamos, tenemos nuestros problemas, nuestros defectos y nuestras virtudes.
Lo que más me fascina del libro es la evolución de la vida. No serás lo que tenían proyectado tus padres para ti. Ni siquiera serás lo que tú habías proyectado para ti. Tu camino se irá escribiendo conforme avances.
“La idea de que quizá uno puede tener grandes sueños que quizá no se cumplan nunca. De que uno, sin darse cuenta, se vaya haciendo cada vez más pequeño. No quiero que eso me pase a mí”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario